Miguel Martínez, reconocido por Tim Atkin en su informe anual sobre Rioja 2018 como enólogo del año, es un joven elaborador artesanal, fiel a la filosofía ecológica y biodinámica. Miguel defiende una visión etnográfica de sus vinos lo que le ha llevado a investigar y recuperar variedades autóctonas de Rioja y elaboraciones tradicionales como el supurado.
